Los cuadernos de dibujo son el diario de las ideas de un artista, su laboratorio íntimo. En el caso de Picasso, retratan a un creador obsesivo e inagotable, en busca y al encuentro de nuevas soluciones plásticas.  “Un testimonio vivo del proceso de pensamiento de mi padre”, escribió Claude Picasso. Con mucha frecuencia, los cuadernos son documentos valiosísimos para la comprensión y análisis de pinturas, esculturas o cerámicas que son el resultado o simplemente una parte del universo desplegado en los cuadernos. Sin embargo, no siempre se ha respetado su integridad; algunos han sido desmontados tras la muerte de Picasso y, al menos en un caso, las páginas han sido vendidas por separado.

Actualmente, se ha documentado la existencia de 190 cuadernos. La mayoría fueron conservados por el artista, pero algunos los vendió a su marchante Kahnweiler, de la Galería Louise Leiris, autorizando incluso su desmontaje y la exposición de sus páginas como dibujos independientes. En 1970, hizo donación de 17 cuadernos de su infancia y juventud al Museo Picasso de Barcelona (con posterioridad, el Museo compró otros dos). A la muerte del artista, los responsables del inventario de la herencia encontraron 158 cuadernos. Una parte de ellos correspondieron al Estado francés, lo que posibilitó que el Museo Nacional Picasso de París posea hoy en día una colección de 58. Cabe reseñar aquí que el Museo Casa Natal Picasso cuenta con uno de los 16 álbumes que Picasso dedicó a la preparación de Las señoritas de de Aviñón, el número 7, adquirido en 2006 por el Ayuntamiento de Málaga a una de las herederas del pintor, Marina Ruiz-Picasso.

Picasso fue remiso a la exposición de los cuadernos. Y no fue hasta 1986, trece años después de su muerte, cuando se les dedicó una exposición monográfica, en la Pace Gallery de Nueva York, a iniciativa de Arnold Glimcher, que publicó un catálogo histórico. El catálogo razonado de la obra completa de Picasso que Christian Zervos llevaba a cabo desde 1932 no fue completamente exhaustivo en esta cuestión, y en ocasiones no identificó los dibujos referenciados como pertenecientes a sus cuadernos respectivos. En definitiva, esta parte de la obra de Picasso, cuya importancia ya hemos destacado, tardó mucho tiempo en ser bien conocida, y en algunos aspectos permaneció escondida durante la vida del pintor. Por eso, son interesantes los casos en que Picasso autorizó la reproducción de algunos de sus cuadernos, y muy especialmente cuando se hizo en forma facsímil.  

Se trataba de reproducir fielmente y en una tirada limitada los albumes originales, con sus cubiertas, el mismo formato y el mismo papel. Cahiers d’Art, dirigida por Zervos, fue la primera ediorial en hacerlo, al reproducir en 1948 uno de los “Carnets de Royan”, que contenía dibujos realizados en 1940 y 1942.  Le siguieron en 1958 la editorial Berggruen (París), con el Carnet catalan (dibujos de 1906), y en 1959 Cercle d’art, con el Carnet de la Californie (dibujos de 1955 y 1956), del que un año después se editaron versiones en Nueva York (a cargo de Harry N. Abrams), Londres (Thames and Hudson) y Colonia (M. Dumont Schauberg). La editorial Gustavo Gili de Barcelona acometió la edición facsímil de cuatro cuadernos: El carnet de “La Tauromaquia” de Pepe Illo (1963), Carnet La Coruña, 1894-1895 (1971), Carnet París 1900 (1972) y Carnet Madrid, 1898 (1976). En 1964, Marcel Duhamel encargó a los talleres de Daniel Jacomet (París) la impresión de Le Picasso de Poche, reproducción de un cuadernito de dibujos hechos por Picasso especialmente para él en 1957, como regalo de cumpleaños. En una nueva vuelta de tuerca, Picasso retocó un ejemplar de este facsímil y en 1965, Jacomet volvió a reproducirlo, con el título de Le Carnet des Carnets.

La Biblioteca del Museo Casa Natal Picasso cuenta con un ejemplar de todos estos facsímiles, excepto el Carnet catalán. Con motivo del Día del Libro (23 de abril), a las 12:00 h y a las 13:00 h, invitamos a cualquier persona interesada a conocerlos de cerca, con una especial atención a las últimas adquisiciones: El carnet de “La Tauromaquia” de Pepe Illo (1963), Le Picasso de Poche y Le Carnet des Carnets. Asimismo, se hará una explicación general de los fondos e historia de la biblioteca.